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domingo, 29 de noviembre de 2015

Rígido y frío

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Yo, señor, no soy malo pero, aun así, estoy muerto.
Rígido y frío. Así me ha encontrado el amanecer, oliendo a muerte, oliendo a muerto.
Es un olor de plástico caliente y mantequilla rancia, de callejones oscuros y periódicos húmedos; un olor extraño, anterior a la putrefacción, proscrito como la propia muerte, aunque ella sea la única certeza.
Una certeza a la que se maquilla y se peina, pero sobre todo se desinfecta y coloca en un ataúd con tapa de plexiglás para ocultar que huele; porque se puede engañar a la vista y embaucar al oído pero no hay como mentirle al olfato, la memoria del corazón.
El niño que sorprende a las primeras hormigas desfilando sobre mis ojos sin vida empieza a llorar.
Llora por mí, por sí, porque ya no le basta con apartar la mirada, ahora que reconoce a la muerte por su aroma. Le dejo mi olor, el último, sutil pero inolvidable, para que me recuerde, para que sepa, para que pierda la vergüenza a morirse.
Estoy muerto y soy la muerte y os amo. Porque he aquí la muerte, la muerte que siempre vuelve a empezar...


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miércoles, 25 de noviembre de 2015

El mundo gira y gira

          2 se atrevieron a hablar   

Este maldito mundo sigue girando
cada vez más rápido
-aunque a veces parece
que se detiene eternamente-
La fricción que crea con el aire
acabará quemando todas las ciudades,
hasta el último cimiento.
Que arda Troya

Los deseos siguen intactos
como a los diecisiete
pero ya no soy capaz de matar a nadie
ahora solo miro
con los ojos bien abiertos
esperando que pase la tormenta

Sin embargo
después de tanto tiempo
lo que sí tengo claro
es que la poesía solo sirve
para calmar las pesadillas nocturnas.
Y de las obsesiones que voy a decir.
Bien, gracias.

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martes, 17 de noviembre de 2015

Passion can drive you crazy, but is there any other way to live?

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Quiero que me desnudes con brusquedad, con manos firmes y nerviosas, mientras ríes silenciosamente. Quiero que me agarres del pelo, deseoso de que mis manos acaricien tu piel, ansioso por tenerme entre tus brazos. Que tus labios recorran mi cuello, y dejarme llevar por la sutileza de tu cálido aliento. Hazme el amor hasta que dejes de sentirte humano. Diviértete con mi cuerpo. Rómpelo, píntalo, haz lo que te plazca... pero conmigo, solo conmigo mi amor. Muérdeme los labios, hazme sangrar de locura y deseo, grita mi nombre cuando ya no sepas qué más gritar. Araña mi piel buscando quedar aliviado. Agárrae y gime en mi oído, insúltame de placer, arquea tu cuerpo dejándote llevar por mí, y una vez más, solo por mí. Rasga las sábanas, jadea en mi boca y saborea mi lengua. Piérdete conmigo los 365 de mis días. Grita mi nombre satisfecho y desplómate con una gran sonrisa, extasiado, feliz y juguetón. Porque si haces todo eso... si lo haces, seré tuya por tiempo ilimitado.









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jueves, 12 de noviembre de 2015

miércoles, 11 de noviembre de 2015

¿Y para qué ocultarte nada?

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Fragmentas tu iridiscencia en mínimas piezas
para ocultarte así bajo mis uñas, en las manchas
de la alfombra o en mi taza de café
y una veloz metamorfosis devuelve gestos
repletos de inocencia pero nunca estupidez.

Yo por mi parte, bajo tu tacto olvido
el recurrente agobio que me genera
el ser parte de mi piel.

Mi ansiedad se pierde en tu espalda,
entre saliva se derrama y paso la noche en vela
jugando a armar constelaciones.












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Si tu ausencia no se hubiera eternizado, como una luz o una sombra, yo no estaría muerta

          ¿Quieres decir algo?   


Noches oscuras
donde no se descansa
con el alma llena
pero las manos vacías.
Contenido el silencio;
notable la ausencia
sabiéndome una espera que nunca llega.
En la ladera de la consciencia
duermen los recuerdos
Noches oscuras 
donde hace frío.
Estiro las manos
y me observo,
pero no te abrazo.
Noches oscuras
donde no encuentro tu aliento.
Luna nueva
¿cómo subsisto?
alma errante que busca un suspiro
Siempre fuiste mi reposo 
en el camino
Ahora llena de cicatrices
vaga mi alma
Noches oscuras
donde solo suenan 
mis lamentos.

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