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lunes, 29 de diciembre de 2014

Karma

        


¿No sabes que lo que te toca una vez se repite de nuevo? ¿Que como has reaccionado una vez reaccionarás siempre? No es la casualidad la que te proporciona los problemas. Volvemos a caer. Eso se llama destino.





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domingo, 28 de diciembre de 2014

El temor y la escarcha se acumulan bajo los párpados violáceos

        

Nunca imaginé que tuvieras bloqueos. Creí que eras un genio con inspiración ilimitada. Creo que te sobreestimé "un poquito" al pensar que no eras como el resto, pero no puedes juzgarme como estúpida; lo que pasa es que tus historias me maravillan y me hacen estremecer el alma de una manera increíble. Sé que siempre dices que todo lo que cuentas es tan cierto que son puras mentiras. Eso es lo que más me gusta. Saltas de la violencia al amor más sublime e idealizado, por eso te prefiero antes que a García Marquez o que Horacio Quiroga, que son mis favoritos. Imagino que tú preferirás a Shakespeare, pero a mí me parece muy exagerado. No logran convencerme las actitudes de sus personajes. Prefiero los locos con una justificación freudiana y no los que se enamoran a primera vista solo porque... ¿qué? tal vez el solsticio o una razón que nadie sabe. En el fondo el amor no existe y se trata solo de la unión de una o varias soledades. Olvídalo. En verdad supongo que no te gusta Shakespeare. No aparentas tener un carácter compulsivo, solo esa impostura de la angustia. Por ello me apena tanto que se hayan acabado las historias, que ahora tu autobiografía esté hecha jirones y con las costuras forzadas. Por mi parte te cuento que aquí la luz no volverá a brillar hasta que salgas del invierno y cambies la sangre viciada, anémica y espumosa que corre por tus arterias por algunos sueños algo más cobrizos. Y recuerda que si alguna vez superas el bloqueo y vuelves a querer contarnos tu verdad a base de mentiras, te estaremos esperando.

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lunes, 22 de diciembre de 2014

domingo, 21 de diciembre de 2014

Polvo de estrellas

        



Y hay veces en las que me siento infinita.




Veces en las que tus manos tocan las mías haciendo mi piel el polvo de mil estrellas. De mis labios un suspiro que se pierde en el horizonte eternizado por tus besos, sofocantes, cálidos alrededor de cada uno de los recovecos de un abismo de cicatrices, desordenadas, expectantes a los arañazos de tu amor sanando un alma herida, atravesada por la flecha de un Cupido mudo que grita desvelado a la desesperación.

Veces en las que llorando entre tus brazos me siento completa, realizada con el tacto de tus dedos ordenando la constelación de lunares de mi espalda.



Y entonces me miras.




Y comprendo que un segundo contigo dura una eternidad sin ti.


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viernes, 12 de diciembre de 2014

La última bala lleva tu nombre

        

Te quería tanto que parecía eterno. Te extrañé tanto que creí morir. Te miré tanto que podría haber enumerado todos los poros de tu piel. Te abracé tanto que parecía que todos los brazos eran los tuyos. Te pensé tanto que tu recuerdo era una sombra constante. Te escribí tanto que no había letra que no evocase tu nombre. Te besé tanto que cualquier boca sabía a ti. Te soñé tanto que un día dejé de vivir. Te acepté tanto que me dejé de aceptar. Te creí tanto…hasta que un día dejé de creer. Hasta que un día todo se acabó. Hasta que un día te olvidaste de mí. Hasta que un día te busqué y no te encontré. Hasta que un día solo hubo vacío. Hasta que un día tu recuerdo se fue. Hasta que un día se acabaron las historias. Hasta que un día una boca tuvo un sabor nuevo. Hasta que un día un abrazo me hizo volver a sentir. Hasta que un día unos ojos verdes me hicieron volver a creer. Hasta que un día, simplemente, te dejé de querer y volví a vivir.

Ahora es un poco tarde para arrepentirse. Sigue tu camino sin mirar atrás. Yo por mi parte, si quieres saberlo, vuelvo a ser feliz. Y lo siento, no es contigo.



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domingo, 7 de diciembre de 2014

sábado, 6 de diciembre de 2014

viernes, 28 de noviembre de 2014

Entalpía de vaporización

        




















Recuerdo aquellos momentos en los que disfrutaba en secreto el arte de quererte mientras la osadía de tus labios me robaba otro beso y tus brazos se aferraban a mi espalda para retenerme en cada impulso, para que pudiese soñar con el horizonte infinito que surgía del filo de tu boca, la misma con la que solías morderme en cada beso para recordarme que aquello no era un sueño y que éramos muy reales. Recuerdo esos momentos en los que mis dedos se deslizaban por la sombra de tu silueta recorriendo tu cuerpo, tan densa como la sangre que galopa bajo la piel y tan latente como el calor que fusionaba nuestras sonrisas. Ese cuerpo, tu cuerpo, que palpitaba al contacto de cada sinuosa caricia tendenciosa que viajaba de mi tacto al tuyo, alojándose en cada recodo de tu ser para cubrir los desnudos e ignotos huecos de tu alma. Sí, todavía recuerdo cuando amarnos tanto siempre nos sabía a tan poco.



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miércoles, 26 de noviembre de 2014

jueves, 20 de noviembre de 2014

lunes, 17 de noviembre de 2014

Solicitudes

        

Después de semanas de negaciones, rechazos y oposición, suplicaste e imploraste por un orgasmo. Las cosas que dijiste que serías capaz de hacer, honestamente, algunas me sorprendieron hasta a mí. ¿De verdad serías capaz? Y finalmente, cuando te estoy dando lo que querías, ahora, ¿me suplicas que pare? No, no querida, conoces las reglas. Siempre las has sabido, así que no puedes siquiera pretender que sienta compasión por ti.
Aún estaré escuchándote gritar durante un buen rato...


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lunes, 10 de noviembre de 2014

Por mi y por todos mis compañeros

        

Porque el mañana no existe y porque el pasado ya fue. Porque los amores incurables no existen y porque los “para siempre” no son para los sueños. Porque no hay nada más agradable que disfrutar el momento, sin pensar en mañana, sin pensar en por qué, hasta cuándo o para qué, si lo realmente importante es el con quién. Porque la vida pasa y lo que queda es el momento, el sabor de los besos o el calor de los abrazos, una mirada bonita y alguna que otra mariposa tránsfuga. Porque no hay etiquetas sino motivos. Porque la vida solo se vive, a veces sin pensar, a veces solo sintiendo; a veces querer está de más y otras vale la pena intentar.
Y es así como hoy, sin pensar más allá del minuto que viene, estoy viviendo, de más o de menos, pero sin pensar y sintiendo. Aquí. Y el mañana ya vendrá.
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sábado, 8 de noviembre de 2014

        

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Y sientes el vacío en cada golpe de tecla.
Y se te están secando los besos de tanto quererla,
de tanto esperarla, de tanto desearla,
de tanto querer abrazar su espalda y leer el braille en ella marcada, 
de tanto desear que gire su cara 
y te abrace los ojos y te lama las heridas,
y pare de nuevo junto a tu terraza.
Que no se te apague el brillo
por tanta duda homicida,
por tanto temer al destino
por no desatar la sangre
que ya en tus venas ha hervido.
Porque sin ella no tiene sentido.
Pero un día de otoño, un día de lluvia
un día sin nombre, ni apellido ni pendientes
morderás sus pecas
por las noches furtivas de treguas no pactadas.
Sin más castigarse.
Sin más impotencia. 

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martes, 4 de noviembre de 2014

domingo, 2 de noviembre de 2014

La cama sin hacer

        




Arráncame la ropa a mordiscos. Encuéntrame con tu lengua. Pégate a mi cintura. Empújame contra el suelo, contra la pared. Roza con tus labios mi piel. Pruébame, muérdeme y..... habla muy muy muy sucio 







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miércoles, 29 de octubre de 2014

No sé si lo sabes pero...

             
Me encanta cuando tus ojos me buscan en silencio y a gritos me dicen lo que calla tu boca y cuando tus manos recorren mi cintura como si no existiese otro camino mejor para llegar al fin del mundo. Me encanta cuando me miras como si estuviera loca y me callas con uno de tus besos. Me encanta cuando dibujas con tu dedo un corazón en mi espalda. Me encanta cuando me abrazas contra tu pecho y cubres mi cuerpo dejando fuera todo lo demás, olvidándonos juntos del mundo. Me encanta cuando no me lo pones fácil y tengo que empeñar hasta los suspiros. Me encanta dejar tu habitación patas arriba y todas las sábanas revueltas. Me encanta que llegue el invierno, pero solo si estoy contigo. Ver la lluvia desde la ventana, que me entre frío, que me abraces, que nos tapemos con trescientas mantas y que me des besos mientras me acaricias el pelo. Me encanta comer contigo, ver todas las películas que sean a tu lado, que nos matemos a cosquillas, que te (nos) entre la risa tonta y que te desesperes cuando no paro quieta. Me encanta quedarme relajada en el sofá mientras te abrazo y vemos la tele y me empieza a entrar sueño, y que, mientras me intento quedar dormida me cuentes tus más delirantes fantasías. Me encanta compartir mi tiempo contigo, aunque odie esperar que pase para poder comerte a besos, y que tengamos tantos planes que dos vidas seguidas vayan a ser poco para poder cumplirlos. Pero ¿sabes lo que más me encantaría en estos momentos? Volver a dormir contigo, acostarme a tu lado, revolverte las sabanas y que me digas que me odias, pero que cuando no estoy hasta lo echas de menos. Despertarme y que lo primero que vea sea tu cara de dormido y darte un beso y otro y otro... Que entonces me sonrías y se me caiga el mundo encima. Y que después de eso pasemos todo el tiempo que nos queda, mucho o poco, juntos.


Yo ya he cumplido mi parte, ahora espero que tú cumplas la tuya y sonrías. 

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martes, 28 de octubre de 2014

domingo, 26 de octubre de 2014

miércoles, 22 de octubre de 2014

Adoro cada curva de tu cuerpo, pero sobre todo, la curva de tu sonrisa.

        








Quiéreme en la distancia, cariño, que es nuestra mayor herida. Bésame en el aire que inspiras en cada calada de amor que envías. Cuenta los lunares de mi espalda y haz poesía con ellos. Piérdete en mis caderas. Presiónate contra mi pecho. Hasta que el aliento nos falte, hasta que el aire que expire sea el que tus pulmones respiren. Hasta que seamos uno. Siénteme en las noches oscuras, sobre ti, deja que el placer escape, que se esfume y desaparezca. Haz que seamos humo, efímeros, leves y el amanecer nos exhale. Haz que la luz del alba se refleje en tu costado, en tus facciones parando el tiempo. Acaricia mi pecho y nota como se dispara mi corazón. Porque tú, amor, tú eres el horizonte. Abarcas todo lo desconocido y escondes todo aquello que deseo conocer; tú, amor, eres el fuego que me prende, me enciende, hace que arda y sea ceniza que el viento esparce al ritmo de tu pestañeo. Me provocas, me calientas y me amansas, sacas mi lado más primitivo, me transformas y me desolas. Soy campo yermo entre tus prados fértiles. Golpéame fuerte, mi vida, porque no hay nada peor que el vacío de tu mirar. Me declaras guerras que no puedo ganar, siempre en la linea defensiva, observándote desde la trinchera. Pero tú, que eres vida, a la vez me llevas por el más tortuoso camino de la muerte.



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¿Cuál es el problema?

        

El problema es que tú lo quieres todo. Es normal, porque siempre lo has tenido todo. Todo lo que has querido, cuando has querido, con quien has querido. Sin dar nada a cambio. Todo, menos lo que más deseas. Todo, menos amor. Y te comprendo. Comprendo lo difícil que debe ser para ti, créeme. Estás asustado. Tanto, que tienes miedo a mostrarte cómo eres en realidad. Así que te escondes debajo de todas esas capas de tío duro fingiendo que todo te importa una mierda y que te va de puta madre. Pero yo sé que no es verdad. Te aterra tanto que te hagan daño que no te atreves a abrirte a nadie. O peor, atacas tú primero. Crees que así nunca podrán lastimarte. Pero lo que no sabes es que por mucho que te protejas pueden herirte igual. La diferencia es que si te arriesgas, a lo mejor descubres algo que merece la pena por el camino. A mi abuelo, que le encantaban las frases hechas, tenía una para casa ocasión. Su preferida era: "Si quieres peces, tienes que mojarte el culo". Pero seguro que sigues sin entender nada. Eres tú el que se lo pierde. El que se lo está perdiendo. Yo tengo el número de mi amigo, y estoy segura de que si lo llamo esta noche querrá verme. Y quizás lo haga, porque a diferencia de ti, yo no quiero perderme nada. Y si no es este chico será otro más adelante, pero tú... me juego lo que quieras a que ni si quiera le has preguntado a la última chica que estuvo en tu cama cómo se sentía. Si sabes su nombre es porque te lo habrá dicho con la esperanza de significar algo para ti y volver a verte. Pero eso es algo que los dos sabemos que nunca sucederá. Ni siquiera ahora, que te mueres por llamar para no tener que darme la razón cuando estés solo en casa. Y todo porque no supiste aprovechar la ocasión cuando tuviste la oportunidad de enamorarte. ¿O me equivoco?

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martes, 21 de octubre de 2014

I told you I'd spank you

        

"En el otoño como caen las hojas, caerán tus bragas, tu sostén y gotas de whisky en tu piel. Besos en tu cuello con un poco sabor miel, un momento de placer cuyo recuerdo hace que se estremezca tu cuerpo con tan solo pensar en él; o con tan solo pensar en ti, o en aquella noche donde la luna nos espiaba, en donde se moría de ganas por estar allí.
Y tus besos en mi espalda dejando una marca atrás, olvidando aquellos cuerpos bañados en espuma, deseo y satisfacción."

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lunes, 20 de octubre de 2014

Cuelga de una estrella fugaz

        

Me cacheaste el alma con la mirada y con las manos y en voz baja me quitaste de encima la tristeza.
Desde que te conozco tengo alas porque tú me enseñaste como usarlas; desde que te conozco me como la vida a suspiros y vuelan cometas donde ayer había plomo y anzuelos.

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martes, 14 de octubre de 2014

La misma ciudad infinita

        


Hay quien cree firmemente que las personas que mueren pueden quedar flotando a nuestro alrededor y aferrarse a la existencia mortal que un día tuvieron. Yo no lo creo, pero entiendo que para todo lo que sucede sin que comprendamos porqué pueden aventurarse distintas interpretaciones. Por mi parte, pienso que más bien somos nosotros los que nos aferramos a ellos y no les dejamos marchar, descansar en paz en nuestra memoria, y lo que hacemos no es un ejercicio de evocación, si no un intento estéril de situarlos en nuestras vidas como si nada hubiese pasado, como si siguieran entre nosotros. En el fondo poco importa, porque el resultado es el mismo, la paradoja de la presencia que nunca podemos abrazar pero que jamás nos abandona.
Porque no hay nada más inmortal que la propia muerte.

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lunes, 13 de octubre de 2014

Vuelta a la contingencia de un lunes

        

No sé si existe algo mejor que ver tu cuerpo vibrar, mi boca llena de ti y esa parte de nosotros que aún no se ha separado, apretada, compacta, unida por algo invisible y prodigioso a lo que no quiero poner nombre. Me da igual si es amor, sexo, ganas, cerdez, instinto, llámale como te dé la gana. Lo importante es poder sentirlo. Poder sentirme arrastrada por esa fuerza tuya y este temblor mío. Me aprieto contra ti, me hundo en tu carne, en tu olor, me acaricias el pelo y en ese único momento no existe nada más. Nada en absoluto. No hay lágrimas, no hay dolor, no hay tiempo, no hay nadie. Solo tu placer y el mío recomponiéndose para volver a nosotros. Me sonrío.


Cuentos de la chica mala
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viernes, 10 de octubre de 2014

jueves, 9 de octubre de 2014

Atrapada

        

Cómplice de todo... para todo... en todo... Empapada de ti... Estás en mis manos, en mis labios, en mi espalda, en mi lengua, en mis suspiros... Siempre tu olor.... Cómplices de una nueva forma de amar, donde se deja llevar por el sentir... Sin restricciones, sin prejuicios, sin pudores... Dos cuerpos en la entrega que se sienten... Se moldean... Se descubren... Y un beso furtivo aprendiéndolo... Pero el deseo, el amor y la excitación te vuelve experto... Tanto deseo contenido por tanto tiempo, que al encuentro esa vorágine explota con un simple beso... Tus besos,  ¿es que existen otros mejores?... Suaves... Tiernos... Fuertes... Poderosos... Intensos... La impaciencia nace tan solo al roce de ellos... Exorbitante excitación que a mi mente abandona, impetuosa me visto de ella y dejo que me arrastre a tu cuerpo... Descomunal pasión que despierta tu mirada... Tus caricias... Tus besos... Y el universo estalló y solo nosotros fuimos responsables... No me fui... No te fuiste... Anclado quedaste en mí.
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miércoles, 8 de octubre de 2014

#.

        


I remember 
when you learned in quick 
to kiss me.
And I swear
that not a single force on earth
could stop
the trembling of my heart


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Soliloquios

        



Me gustaría decirte que agonizaba la primavera cuando se descerrajaron los silencios. Y ahora que el estío angosta las hojas verdes tiñéndolas de pardos descoloridos, te he desterrado de mis sueños. Y que aquellas pesadillas que velaban mi vigilia se han escondido en su guarida y ya no ladran ahora que solo alcanzo a vislumbrar el mudo eco de los lamentos. Que no llores por mí, porque desempolvé mis alas de gaviota, afiné mi canto de jilguero, me perfumé con el aroma del almizcle, limpié mis legañas con agua de azahar y alcé nuevamente el vuelo. Que si tú supieras que azul se ve el mar desde el cielo, que verde los prados y que negros los cementerios. Que cuando estoy perdida y no me encuentro, cuando en la playa el mar cubre la arena, ya no busco tu recuerdo entre las olas y piso los epitafios que escribimos con nuestros besos.


Pero no puedo.


Porque aún tu voz resuena entre mis ecos con tu descaro pudoroso pidiéndome un beso.
Y porque esta grandilocuencia va en contra de la misma esencia de la franqueza.

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Uranio, Plutonio y Ununtrio

        

Con este humor variable y mi mundo girando a toda prisa en cuestión de días. La vida va y viene, y te deja caer si puede, y mientras tu memoria flotando entre noticias buenas y malas. Personas nuevas, personas que estaban y lo recuerdan, personas que echan de menos, personas que aparecen como un rayo, tan de repente y con tanta fuerza que te dejan sin saber qué hacer y personas que parece que pueden desaparecer en cualquier momento. Sentimientos que se mezclan con pensamientos razonados a conciencia, pero la lógica estos días solo me quita las ganas de comer y me da dolor de cabeza. Tengo que moverme antes de que el mundo gire otra vez. Culpa mía, que las cosas me afectan el cuádruple y mi ánimo es tan inestable como una torre de piezas mal montada.
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sábado, 27 de septiembre de 2014

Lloviendo por no llorar

        

Te perdí en un abrazo,
hoy lloran los aeropuertos.
Está lloviendo dicen otros.

Te recuerdo de espaldas,
dos maletas y el pelo suelto,
era jueves creo.
Nunca me río los jueves.

Se cruzaban las llegadas con las despedidas,
en un abrazo nadie sabría diferenciar
quien trae el amor y quien se lo lleva.
Es el número impar el que a los cinco minutos
te cuenta el secreto.
Nunca el dos fue tan divisible.

Ha pasado el tiempo, ya es otoño,
el verano fue una puta con jaqueca,
le he dicho hasta la próxima
con unas simples mangas largas.
Ojalá todo fuera tan fácil.

Sigue llorando,
la ventana del salón parece que ha tenido un orgasmo,
hay gotas de sed que deletrean tu nombre,
echar la persiana es como dormir del otro lado
de uno mismo.

Odiaba la lluvia hasta que se vio en un charco,
luego ocurrió que hubo nubes
enamoradas de su pelo
y un desahucio de paraguas
en el pecho.
Hoy si quiero algún relámpago
me acuerdo de su sonrisa.

No miré si el avión pintó en el cielo un corazón roto,
no se si a través de la ventanilla  la ciudad
se te hizo tan pequeña que la olvidaste.
Supongo que me marché,
que era jueves
y que no había llovido todavía.

Y ni de eso estoy seguro.
Tal vez mañana en lugar de en un aeropuerto,
te perdiera en una nota pegada en la nevera,
en un tren en dirección contraria,
en un beso de otro,
en una carta sin remite,
en un coche a ciento sesenta
por la autopista más triste de mi alma,
o en un suspiro.

Cualquier cosa es valida para no aceptar la derrota.
Por que alguien que ha probado tus labios
ya nunca puede aprende a perder.

Y no, no hubo aviones,
ni aeropuertos.
Tampoco abrazo.

Pero el cielo sigue llorando.


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Que el tiempo nos encuentre

        


Aguantaron hasta el final sin saltarse una sola parte del guión que llevaban repitiendo noche tras noche. Una actuación limpia, perfecta; ni un solo titubeo salió de sus labios, a pesar de que sabían que sería la última actuación de todas. Cuando se cerró el telón tampoco hubo ninguna señal anómala. Se quedaron fijos, quietos, mirándose a los ojos, hasta que el último espectador hubo abandonado su asiento. Entonces, y solo entonces, un leve suspiro improvisado se escapó inevitablemente de sus bocas. Ahora tocaba regresar a los camerinos y recoger las cosas. Pero, ¿qué pasaba con los recuerdos, con el estremecimiento, con los besos entre bambalinas.. con ellos? No. No podían huir y acabar con todo. Así que regresaron a sus posiciones. Ahora el eco devolvía todas las palabras pronunciadas noche tras noche en medio del silencio. Pero ellos se quedaron fijos, quietos, mirándose a los ojos, esperando que las luces se volvieran a encender, hasta que el tiempo los encontrase de nuevo.
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En el adiós ya estaba la bienvenida

        


Por última vez, coloca todo muy cuidadosamente. Como si nada nunca hubiera roto la paz y realmente la vida fuese inalterable. Coge todo lo que puede del cajón de los recuerdos y se llena los bolsillos, aún consciente de que muchos se caerán por el camino. De puntillas, para no hacer ruido, avanza con decisión por el pasillo. Y con el sabor amargo de la despedida aún en la punta de la lengua puede entender la fastuosidad amarescente de los finales. Solo que esta vez no es un cartel de letras claras sobre fondo oscuro el que anuncia que ya se acabó todo, y que además, mientras recoge las maletas, sabe que esto no es el final, sino solo el comienzo de una sucesión de días clonados.
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martes, 23 de septiembre de 2014

        


Co­mo él di­ce, a fin de cu­en­tas, un homb­re no di­fi­ere muc­ho de una mu­la o un ca­bal­lo, sal­vo que el ca­bal­lo o la mu­la ti­enen al­go más de sen­ti­do co­mún.


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jueves, 18 de septiembre de 2014

Todo

        



Todo me recuerda a ti,
las noches oscuras con mejillas sonrojadas- como aquélla en que hallaste cobijo entre mis piernas-, las nubes que se desplazan hacia donde muere el sol, y el gorjeo de un jilguero que anuncia la promesa de la floración tras el estertor del hielo.
Todo me recuerda a ti,
las favilas que cabriolean desde la lumbre de unos ojos que acaban de conocer el amor, y las manos que se enredan con fervor de hiedra a una espera, como te espero yo, abrazándome tan fuerte que se me quiebran las costillas.
Todo me recuerda a ti,
al calor del primer beso que descendió hasta alcanzarme los labios, el palpitar de mis entrañas al sentir la turbulencia de tu invasión, a mis gemidos y tu voz.
Todo me recuerda a ti,
desde el olor a salitre de un batiente donde se quiebran las olas, hasta el sabor amargo y dulce del final del día, cuando regresas a casa después de una tormenta. 
Todo.






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Me cansé de hablar de amor

        



Es verdad, lo admito, lo pasé de puta madre contigo. Me volvías loca. No sabía controlarme si estabas a mi lado. No sabía que existía un mundo si tú no estabas a mi lado. Perdía total y absolutamente el control. No me preguntes porqué, no lo sé. Solo sé, que no sé cómo ni cuándo, pero me dí cuenta. Cuenta de que lo nuestro no podía seguir así, que era algo de lo que en un futuro me arrepentiría. Me dí cuenta de que hasta aquí podríamos llegar, que lo nuestro empezó pero que también terminó. Que me dí cuenta de lo que pude llegar a hacer por culpa del amor. Porque te quería, y por ti lo hubiese dado todo a pesar del daño que me hacías.

¿Pero sabes? Por suerte me he dado cuenta de que en un pasado hice cosas para las que hoy no hay vuelta atrás, pero eso no va a suceder más. Se acabaron las medias verdades, los engaños y la hipocresía. ¿Y sabes por qué? porque hoy soy yo la que quiere cambiar ese futuro y tú... tú no entras en él.
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martes, 16 de septiembre de 2014

Mi alma la tripula el viento de tu respiración

        


Besa, hasta que sean de piedra tus labios y tu lengua. Acaricia, hasta que tus manos me desgasten. Entrégate, con el calor del deseo. Con fervor, con pavor; no retrocedas... Y en la batalla de labios y caricias, en la batalla tibia de dos cuerpos, baja lentamente, hasta cavar muy hondo, entre dos muslos. Y así, de toques a besos, de humedad a silencio, te creces en ternura, y bebo de tu saliva, el aroma de mi cuerpo.
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sábado, 30 de agosto de 2014

viernes, 29 de agosto de 2014

Nunca quise mirarme al espejo cuando te miraba

        

Hace tiempo que las cosas no marchan, hace tiempo que las motivaciones para estar y más aún para no estar se trastocan y mutan en algo completamente diferente. Hace tiempo debí dejar que te marcharas, hace tiempo debí soltar tu cuerpo, hace tiempo tuve que cerrar la puerta y dar media vuelta en vez de escupir palabras inútiles. Ahora me preguntas todo los porqués que no nos atrevimos a preguntar y las respuestas duelen por no querer dañar aún más. ¿Cuándo te convertiste en mí?, ¿cuándo dejaste de ser tú para ser yo?, ¿cuándo traspasamos la barrera del yo? Nunca quise mirarme al espejo cuando te miraba. Hace tiempo que te fuiste. Hace tiempo que me fui. Ahora solo quedan sombras que juegan detrás de cada esquina. 

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miércoles, 27 de agosto de 2014

¡Qué grande es esto del amor!

        

"El amor es muy complicado" me dijo el interpelado en cuestión.

Sucedió entre beso y beso. Fue este verano, creo recordar. Pregúntame dónde y cómo, nunca cuándo. Aunque sí, debió de ser a principios del verano. El caballero y yo nos echamos el ojo en una de las múltiples fiestas de esta ciudad. Una de esas a las que nunca quieres ir pero pero al final siempre acabas asistiendo 'por si acaso'. Hablamos, nos besamos y continuamos hablando entre morreo y morreo.
No sé cómo surgió el tema amoroso, debería estar prohibido antes de las primeras 50 citas. Yo le echaría la culpa al calor del momento.
Él dijo que el amor es un asunto muy complicado y puso cara de circunstancias. Aunque he de admitir que nunca le he visto la cara a una circunstancia, lo mismo ni se parecen.
Y yo, sin saber porqué y ni siquiera creyéndome mis propias palabras, contesté:
- Pero, ¿cómo puedes decir eso del amor? Sin amor, nuestras vidas son una imitación. Sin amor la vida no tiene sentido. Es como ir por el mar sin estrella que nos oriente.
Vale, está bien. Prometo que es la última vez que parafraseo a Stendhal tan alegremente. En mi defensa, presentaré el alcohol como prueba evidente y atenuante. Sin embargo, lo más curioso de la situación fue mi capacidad de convicción. Es decir, se lo creyó. Y allí que comenzó a mirarme de una manera distinta. Que me dijo que mejor nos acostábamos otro día para conocernos antes. Que me acompañó hasta la puerta de mi casa y para despedirse, me besó la mano y se quedó mirándome a través del cristal del portón, cuando me dirigía hacia las escaleras.

Al despertar, el mediodía me devolvió el recuerdo y casi me muero de la risa al rememorar lo que le había soltado. Por ponerme profunda perdí una noche grandiosa. Aunque quien sabe, quizás he ganado algo más.
¡Qué grande es esto del amor!


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martes, 26 de agosto de 2014

        

La mitad de los problemas de esta vida provienen de creerse uno mejor y más elevado de lo que es en realidad. La otra mitad son porque los demás se creen mejores y más elevados de lo que son en realidad. Y si surge alguno más es pura casualidad. 

Fin. No hay más. 
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lunes, 25 de agosto de 2014

Una vez más

        

He disfrutado del feroz orgasmo que resulta de la combinación entre tu sexo y mi sexo. Parpadeo aún por el terremoto que desató un beso apresurado y una caricia en el segundo donde tu sensibilidad iba a explotar sobre mi cuerpo. Te oí gemir entre mi cuello y tu pecho, ahogándote en gritos mientras te contenías como podías. Luego, hicimos el amor como todos los humanos y luego, nada. Vacío. Te vestiste tal vez más rápido de lo que te desnudé. Cambiaste una mirada cansada, agitada y romántica, por la frialdad de unos ojos verdes que no quieren verme más. Sin embargo, no es la primera vez que caen sobre mi mirada, se cierran y dejan que mi piel les embauque de la forma más deliciosa. De fondo un nunca más y un portazo. Yo enciendo la radio y dejo que ponga su propia banda sonora. Me toco entre las piernas hasta deshacerme de todo el placer moribundo que aún agoniza en mi cuerpo. Ato tu nombre a una historia y escribo lo más rápido que puedo sobre este encuentro; nuestro último encuentro, para ti; uno más, para mí. Estoy segura de que sales de mi casa maldiciendo y maldiciéndote. Mil veces dijiste 'no' mientras me volvías a besar, otras cuantas trataste de escaparte; pero solo era el preludio a otra forma de hacer el amor. Aún me pregunto si sabes que me gusta que me arañen la espalda o si es que piensas que así me haces daño. Da igual. Es exquisito sentir el ardiente sabor de tu ira afilada. Sé que llamarás más tarde prometiéndote no enredarte nunca más en mí hasta tu matrimonio con quien sabe que novata inexperta de ti; que no conocerá tu cuerpo, que no sabrá que fantaseas con el control de mi cuerpo, que no sabrá como te hiciste esa cicatriz en la mano derecha; que dejarás que pase el tiempo hasta que todo vuelva a ser como era antes de conocerme y que rezarás en la iglesia para que Dios te perdone el pecado. Pero créeme, nada volverá a ser como era antes. Mucho menos si sigues recordando todos nuestros juegos cuando tu excitación llega al tope. "Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor y el Señor para el cuerpo". No te engañes, usar esos argumentos no me alejarán mientras me agito tras de ti. ¿Qué le dirás a tus padres esta noche? ¿Qué les dirás cuando vean que tu ropa tiene manchas de mí? ¿Y cuando descubran que has perdido tu lugar en el reino de los cielos sucumbiendo ante los razonamientos retorcidos del diablo y de mi lengua? ¿Les contarás que mientras todos agradecían la comida con los ojos cerrados, tú no dejabas de pensar en como te has prostituido ante mí buscando la lujuria? Jadeos, convulsiones y delirio desmedido. Me pregunto ahora qué pasará con todas las veces que reímos mirándonos a los ojos tras la intensidad del fin de tanta agitación. Qué harás después de que leas esta carta y tu mente te haya hecho revivir en carne viva todo lo que nos amamos y quieras hacerlo una última vez más; y esta vez sí la última, por Dios.
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miércoles, 20 de agosto de 2014

Lacan

        

Psicoanalistas a domicilio acuden a su casa en un intento fallido de bucear en ese entramado que tiene por mente. El caos es demasiado grande hasta para los mejores especialistas, que van desistiendo de uno en uno. Todos fuera. Se alejan frustrados, confusos y sin respuesta. No pueden ofrecerle nada que mitigue ese dolor que lleva dentro. El blindaje es su mejor jugada, el escudo perfecto, el engaño definitivo. Y lo bueno, lo mejor, lo realmente genial del plan, es que ella se lo cree. ¿De qué sirve darle vueltas a los casos perdidos? Olvida, se recompone y cada mañana sale de casa con su nuevo disfraz; impecable, feliz de puertas afuera aunque perdida en su interior, vacía, sin dirección, sin control...¿Por qué, -si todo parece estar bien y su vida es tan perfecta en apariencia- siente esa apatía existencial? Siempre con la mirada perdida hacia ningún sitio. Ausente cuando nadie la ve.



- Dígame, doctor ¿es grave? ¿Tiene solución?
- Nada que no pueda arreglarse con un cambio.
- ¿Un traslado? ¿Un viaje? 
- No, de personalidad. Dejar de ser quién y cómo es.


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martes, 19 de agosto de 2014

Cada suicidio es un sublime poema de melancolía.

        



"La cama grande toda para ella, estrenando sábanas y de postre, la lluvia. Abre las piernas, el camisón es suave y se toca un poco la piel, se acaricia. Se queda ahí todo el tiempo del mundo, hasta abrir los ojos sin forzarlos y ver los haces de luz en la pared que hacen juego con el ruido del mundo exterior."
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lunes, 18 de agosto de 2014

Una historia trágica, como tantas otras

        



Hay mujeres que fueron educadas para masticarte lentamente el corazón. No es su culpa, desde luego, sólo están caminando en círculos viciosos: demasiadas telenovelas, una familia disfuncional, los consejos de su madre. Y el amor es una pésima imitación...


“Nunca me hiciste feliz y dudo que puedas hacer feliz a alguien. Ojalá al menos tú puedas ser feliz”. Demasiadas palabras para un simple adiós.
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viernes, 15 de agosto de 2014

Allí mismo, donde la respiración reposa

        



Estoy convencida de que nosotros no nos encontramos en un diccionario. Si te defino, te limito. Y esto lo sabe muy bien cada parte de mí cuando una mariposa se infiltra en su diafragma y empieza a revolotear, sincronizándose entonces unas con otras, partiéndome al fin en todas las unidades vivas de mi cuerpo con las que puedo quererte más allá de las leyes de la gravedad. Más allá de un par de palabras que no sustituyen, ni mucho ni menos, la eternidad de besos que nos quedan por darnos.
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lunes, 11 de agosto de 2014

Cuando te hartes de amores baratos, me llamas y si quieres también puedo ser tu trapecio y tu red, tu adiós y tu ven, tu manta y tu frío, tu resaca, tu lunes, tu hastío

        










Hoy es un día para leer a Rimbaud, pensar en Nietzsche y masturbarse con Bukowski. Bañarse en decepción y echarse sal en las heridas. Ahogarse en silencios inútiles a la vez respiras lo amargo de la poesía y de fondo tus vecinos hacen el amor desesperados. Porque hoy ni la madrugada inspira. No hay nada más patético que mirar una hoja en blanco, mientras la vida te pasa la factura y el alcohol te aguijonea el hígado. O tal vez sí, y es envidiar la inspiración ajena. Pero debo de ser muy tonta para creerme todo esto. En realidad solo escribo historias que nunca me agradan, tratando de hacer poemas que nunca cuadran y pensando en qué momento empeñé mi alma.

Sin duda no hay nada mas miserable que sentir autocompasión, pero sabes que siempre he sido la reina de las melodramas. Y cuidar de las estrellas puede ser un buen castigo.










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Bases de blues para improvisar

        

Un día
Dos días
Tres días
Un sinfín.

Palabras suenan en el aire;
escritos en la mente.

Nadie contesta

Estás en el vacío
te explican algo
tu lees
pero no estas en ese texto

Simplemente eres aire,
aire 
que no nota ese aroma que tu creías que notaba.
Nada de nada.

No queremos ver la realidad
cuando hay que verla
por eso mejor irnos a dormir haciendo de este día un día absurdo sin nada
Seguimos trabajando para alejarnos del mundo que nos rodea

Y un día como cualquier otro te olvidarás de mí
mientras cuando llueve perfiles y casas recuerdan a ti. 

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viernes, 8 de agosto de 2014

La lujuria merece tratarse con piedad y disculpa cuando se ejerce para aprender a amar

        






Hoy soy como el lobo feroz y estoy dispuesta a pasarme toda la noche aullando a la luna llena. Hoy no entiendo de razones ni mucho menos de corazones. En condiciones normales te diría que esta noche mi cama  es mas tuya que mía, pero no, no hay camas que valgan esta vez. Hoy te espero en cualquier callejón, en cualquier esquina en la que podamos dejar la realidad para desarrollar la imaginación con las manos, para crear nuestra propia utopía y vivir toda la vida alimentándonos de sueños. Porque hoy mi boca está seca y tú estás empapado.


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martes, 5 de agosto de 2014

Vacío

        

A la penetración física la llamamos sexo, lo cual es una cosa muy superficial. A la penetración mental la llamamos amor, la cual es algo, de lejos, mucho más profunda, mucho más significante, más importante, más hermosa, más natural. La primera es animal, la segunda es humana. Y luego hay un tercer tipo: cuando dos conciencias se encuentran, emergen, se funden y fusionan en una. ¿Cómo llamar a ésta? No importa. No hace falta ponerle nombre a todo. Sin embargo probablemente nunca hayas oído hablar de ella. Incluso la primera es una rareza. Se trata de una liberación, un baile, un estado extático de energía que fluye. Y recorre todo el cuerpo; no es sexo es físico. Cada célula y cada fibra de tu cuerpo palpita con fuerza antes de relajarse completamente. Pero si muchas personas no conocen ni lo que es un orgasmo ¿cómo hablar de esto?  No importa. No hace falta que digas nada. Recuerda, dos cuerpos simplemente pueden tocarse; no pueden superponerse, son solo materia. Músculos, huesos, tendones y tejidos. Si hay una piedra en un sitio no puedes colocar otra cosa en el mismo lugar; el espacio está ocupado. Y cuando dos cuerpos se encuentran es como un choque entre dos piedras, entre dos mentes, dos psiques. Es como mezclar agua y aceite, sigue existiendo una división sutil. Pero cuando permites a una persona acercarse tanto que las mentes se solapan, entonces y solo entonces, podrás ser uno. ¿Por qué? Porque todo el vacío del mundo puede caber junto en un mismo espacio, simultáneamente, sin restricciones; porque dejas de ser alguien, tú, yo o él y te vuelves un sencillo vacío de ti mismo.

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lunes, 4 de agosto de 2014

Apuesto todo al rojo

        


No sabes cuanto tiempo llevo imaginando cual sería tu sabor. Sabes a cuando aguantas tanto la respiración debajo del agua que casi te ahogas, a cortocircuitos en mi mente; sabes a lugares donde yo nunca he estado pero en los que estaré pronto, y tu olor es como el de un día de lluvia, el de la tierra mojada, es como el pan recién hecho o como las tostadas del desayuno. Por eso cuando te veo es como cuando lentamente se apagan las luces del cine y estás convencido de que la película que verás seguro que te va a gustar.


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domingo, 3 de agosto de 2014

viernes, 18 de julio de 2014

Norte y sur

        

Es ahora el momento de pa­rar­se a re­cor­dar que, co­mo mi pad­re so­lía de­cir, la fi­na­li­dad de la vi­da no es otra si­no la de p­res­tar­se a es­tar muc­ho ti­em­po mu­er­to hasta que realmente empiezas a vivir.


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jueves, 17 de julio de 2014

Nos sobran los motivos

        

Este adiós no maquilla un hasta luego, 
este nunca no esconde un ojalá, 
estas cenizas no juegan con fuego, 
este ciego no mira para atrás. 
Este notario firma lo que escribo, 
esta letra no la protestaré, 
ahórrate el acuse de recibo, 
estas vísperas son las de después. 
A este ruido tan huérfano de padre 
no voy a permitirle que taladre 
un corazón podrido de latir. 
Este pez ya no muere por tu boca, 
este loco se va con otra loca, 
estos ojos no lloran más por ti. 

[...]

Por las arrugas de mi voz 
se filtra la desolación 
de saber que éstos son 
los últimos versos que te escribo. 
Para decir "con Dios" a los dos 
nos sobran los motivos. 
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lunes, 14 de julio de 2014

Aún era de noche

        


Casi había pasado una hora, tal vez más, o tal vez solo unos minutos cuando nuestras miradas se encontraron. De repente el mundo dejó de existir como yo lo conocía y todo adquirió un tono mucho más brillante. Incluso por una vez el tiempo frenó en su ritmo inexorable. Tenías un color agridulce que traspasó mi estómago con la fuerza de cien huracanes; y todo lo que había desaparecido empezó a existir de nuevo. Nuestras sombras se fueron acercando para empezar con el baile de luces. Tintaron el ambiente de un color escarlata cediendo su sitio a nuestros cuerpos. Olías como las noches de luna llena, interminables y eléctricas, y tu sabor... sabías a cuando dejas de pensar y te dejas llevar.

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sábado, 12 de julio de 2014

Mil calles llevan a ti

        

No sé cuantas veces te habrás reído con mis bromas y yo no sé cuantas veces me habrán dado ganas de abrazarte. Tampoco sé como sigues siendo un funambulista sin red que sonríe mientras sabe que se juega la vida a cada paso que da, pero que no le importa. Y mientras mantienes el equilibrio me hablas de tejer la vida con señales del destino. ¿Somos así porque queremos o porque no hay nada más que ofrecer? Cada vez que te vas y los segundos nos separan me tengo que esforzar por adivinar donde estoy, donde estás tú y donde están todas esas cosas de las que me había olvidado.

Últimamente mis pies me piden correr. Y corro, vaya si corro, tan rápido que no logro ver las paredes donde tantas veces me doy de bruces.
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viernes, 11 de julio de 2014

2333 segundos

        

"El otro día, entre inquietos y sobresaltados sentimientos, decidí acercarme a tu ventana pensando que algo de ti aún estaría impregnado en aquel lugar rodeado de asfalto. Puede que alguna palabra suelta, un sentimiento fragmentado, quizás solo un pequeño recuerdo de algo estimulante… Ahora no es más que una calle ínfima, casi imperceptible, perdida en una ciudad deshabitada. Allí ya no queda nada. Pensaba, mientras me despedía de mí mismo, mirando de soslayo aquel lugar antaño común, que la vida es confusa y muchas veces arriesgada en nuestras decisiones, casi sin darnos cuenta podemos estar tomando un camino que nos distancia definitivamente de una persona a la que queremos. Y yo, mientras retomaba mi camino de vuelta a casa, me fortalecía y autoconvecía de que cada decisión es explicable, tiene su razón que mesura las circunstancias y a las personas en determinado momento… pero aún así te extraño."
   
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viernes, 4 de julio de 2014

La reina de las ranas no puede mojarse los pies

        


















El polvo se acumula en los rincones, pero eso no es excusa suficiente para no admirar lo que esto fue, lo que ha sido, para ti, para mí, para todo lo que una vez fuimos porque si observas atentamente aún se pueden ver pequeñas figuras danzando en el aire al ritmo pausado de aquellas melodías que por siempre resonarán en nuestros corazones, convertidas ya en ecos lejanos del pasado. Sí, me embarga la melancolía, para qué negarlo. Ya sabes que siempre me gustó regodearme en esos momentos tan melodramáticos, como si todo fuera una película y nosotros simples actores de segunda sobreactuados. Y espero que me disculpes, ¡es que a veces es tan fácil confundir realidad y ficción en un escenario tan pequeño! Por eso espero que también entiendas que aunque siempre digo "¡nunca más!" al final acabo regresando al mismo lugar, retrotrayéndome a esos momentos en que los recuerdos no eran en blanco y negro sino que fulguraban con colores brillantes y el silencio no lo cubría todo. Así que una vez más estoy aquí viendo como el orgullo y el tiempo lo cubren todo. Pero hoy sé que tú tampoco has olvidado y que mis huellas no son las únicas huellas porque, al fin y al cabo, mis recuerdos no son los únicos recuerdos. Y quien sabe, querida amiga, quizás una vez más esos recuerdos nos obliguen a encontrarnos.
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sábado, 7 de junio de 2014

sábado, 31 de mayo de 2014

miércoles, 30 de abril de 2014

Deseo

        


Pavor resistirse
defenderse luchar
gemir sollozar
caer.
Estridencia ingletear
enroscarse pegarse
fogosidad extenuar.
Separar deslizarse
suspirar ondular
desaparecer encontrar
yo
a ti
tú.

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jueves, 24 de abril de 2014

Bailemos en el infierno bajo la luna llena

             



-¿Ya has comprendido quién soy en realidad?
-Perfectamente - respondí sin vacilar. 
Él levantó la mirada y la clavó en mis ojos, en mi alma 
- Eres uno de los ángeles rebeldes. Un... demonio.
-Ésa es solo una estúpida denominación humana. Pero no tienes nada que temer de mí.
-Lo sé, siempre lo he sabido.



Me asombré del terror que no podía sentir. Estaba junto a un demonio y en todo lo que podía pensar era en que estaba tan cerca de mí que comenzaba a sentirme extrañamente agitada, deseosa de consolarle, de abrazarle, de devorarle. Me acarició el cabello mientras yo, simplemente, le contemplaba inmóvil y extasiada, disfrutando de cada uno de los movimientos de sus ojos que seguía la sutil caricia de sus manos sobre mi piel. No era solo mi corazón sino mi alma misma quien lo anhelaba. Empezaba a sentir las mordeduras de un amor indomable, prohibido e innatural. Me tomó el rostro entre sus manos y me miró silenciosa, fijamente, con sus brillantes ojos. Algo me impulsó a hacer lo mismo y poseer su rostro entre mis manos. La cabeza me daba vueltas. ¿Sufre él tanto como yo?. Y pensé en el infierno y en los castigos que en él me esperaban por cometer aquel terrible pecado mortal. Pero el infierno me parecería la gloria si él estaba allí, si se me permitía siquiera contemplar su mirada durante el horrible tormento. Bajé mi vista hacia sus labios, movida por emociones que nunca antes había sentido. Tenían un color rosado muy vivo, carnosos y deliciosamente apetecibles. Sentí como involuntariamente mi cabeza se resbalaba de las manos que la sostenían y mis labios acudían al encuentro de los suyos, pero no fueron besos lo que intercambiamos sino el aire que nos embargaba.

Que me importa que mi alma se condene. Que me arrojen al infierno si mi amante es mi castigo. Pero me aseguró que el infierno es solo una idea humana. No existe tal lugar, ni nadie encargado de infligir despiadadas venganzas sobre las almas inmortales. 


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martes, 22 de abril de 2014

Ángel sin alas

        



He de admitir en silencio lo que mi cuerpo lleva gritando mucho tiempo. Le pertenezco a un pequeño ángel de aspecto pecador y ojos pecaminosos. Sin saber cómo, me he enredado entre sus alas perdidas hace mucho tiempo y ahora no puedo desenredarme. Como polilla hacia la luz he caído en la trampa de confundir la tierra con el cielo y no creerme la existencia del infierno. Ahora mi alma está condenada y no hay salvación posible. Pero soportaré gustosamente la carga si a cambio vuelve a atraparme en su cuerpo.


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domingo, 20 de abril de 2014

jueves, 17 de abril de 2014

El nombre del viento

        


Todos nos contamos una historia sobre nosotros mismos. Siempre. Continuamente. Esa historia es lo que nos convierte en lo que somos. Nos construimos a nosotros mismos a partir de esa historia. Conoces a una chica tímida y sencilla. Si le dices que es hermosa ella pensará que eres simpático, pero no te creerá. Sabe que esa belleza es obra de tu contemplación. Y a veces basta con eso. Pero existe una manera mejor de hacerlo. Le demuestras que es hermosa. Conviertes tus ojos en espejos, tus manos en plegarias cuando la acaricias. Es difícil, muy difícil, pero cuando ella se convence de que dices la verdad, de pronto, la historia que ella se cuenta de sí misma cambia. Se transforma. Ya no la ven hermosa. Es hermosa, y la ven.
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La vieja Polaroid

        


Si existiera una manera, una máquina, alguna forma de liberar a las personas de las fotografías, de nuestras mentes, de los recuerdos. De capturar aquellos instantes congelados y descongelarlos, hacerlos reales y devolverlos al mundo. Si existiera una manera, sería feliz, otra vez.



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jueves, 3 de abril de 2014

Fight Club

        




"Si estás leyendo esto, el aviso va dirigido a ti. Cada palabra que leas de esta letra pequeña, inútil, es un segundo menos de vida para ti. ¿No tienes otras cosas que hacer? ¿Tu vida está tan vacía que no se te ocurre otra forma de pasar estos momentos?, ¿o te impresiona tanto la autoridad que concedes crédito y respeto a todos los que dicen ostentarla? ¿Lees todo lo que te dicen que leas? ¿Piensas todo lo que te dicen que pienses? ¿Compras todo lo que te dicen que necesitas? Sal de tu casa. Busca a alguien del sexo opuesto. Basta ya de tantas compras y masturbaciones. Deja tu trabajo. Empieza a luchar. Demuestra que estás vivo. Si no reivindicas tu humanidad te convertirás en una estadística. Estas avisado..."



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¿Qué es peor, el infierno o la nada?

        






Se asomó a la ventana y miró hacia arriba, a las estrellas, esperando que bajara un ángel del cielo y la rescatara de aquella vida de mierda. Por detrás de ella, los ronquidos le impedían pensar con claridad y no paraban, al contrario, parecían cada vez más sonoros. Agarró bien fuerte una de las macetas con ansias de lanzársela a la cabeza, a ver si de una vez se callaba, y así se mantuvo, con el brazo en alto y desvelada, mientras observaba el reloj y pensaba en las horas que le quedaban. Miró al cielo y vio que el ángel no bajaba, ¿en qué momento la habría olvidado? Echó un vistazo hacia abajo, a los cuatro pisos que la separaban de la carretera, ¿Cincuenta metros? ¿Cien? ¿Qué más daba? Un simple número sin importancia, una cifra que no significaba nada, como todo lo demás. Nada significaba nada, solo minutos, metros, horas, días y segundos, y ronquidos y cosas que limpiar. Y el dichoso ángel que no bajaba.


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Satisfacción

             




Corría y corría, se daba con las ramas de los árboles en la cara, se tropezaba con piedras gigantescas que encontraba en su camino, que a veces saltaba y que otras veces empujaba hacia los lados para hacerse camino. No sabía muy bien de que o de quien huía, pero si sabía que fuese lo que fuese estaba cerca y a punto de atraparle.

En su desenfrenada carrera llegó hasta el borde de un acantilado, se detuvo unos segundos a pensar que podía hacer, si se quedaba allí, lo que le perseguía le daría alcance enseguida, no podía volver atrás y tampoco había mas salidas.

Sin pensarlo mas tomó impulso y saltó al vacío, no le sorprendió nada ver que volaba, o mas bien planeaba; le gustaba la sensación de libertad que experimentaba, por primera vez en mucho tiempo se sintió feliz y relajado. El aire era cálido y el sol templaba su cuerpo desnudo.

Todo era armonía, paz y silencio, hasta que en la lejanía empezó a escuchar el peculiar sonido de las sirenas de las ambulancias.

En cuestión de segundos sintió un fuerte golpe sobre todo el cuerpo y todo se tornó negro, frío y ruidoso. Poco a poco retornó el silencio, la paz y la armonía, volvía a sentirse de nuevo ligero y mas liviano que antes, solo escuchaba en la lejanía una voz que decía: "No se puede hacer nada por él".

Cuando la policía entró en su apartamento se encontró todos los muebles tirados por el suelo, las cortinas arrancadas, las lámparas destrozadas y la puerta de la terraza abierta de par en par.

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jueves, 27 de marzo de 2014

¿Por qué no quieres verlo?

        


¿Por qué no habíamos de disputar sobre una palabra? ¿De qué sirven las palabras si no tienen importancia bastante para disputar sobre ellas? ¿Por qué escogemos una palabra con preferencia a otras si no difieren entre sí? Si una mujer te llama chimpancé en lugar de hombre, ¿no habría disputa por una palabra? Si no quieres discutir sobre palabras, ¿sobre qué vas a discutir?


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Movilizaciones sobre verde manchado de rojo

        

Admitámoslo, los gigantes han muerto y no han aparecido nuevos gigantes que los sustituyan. Quizás sean los tiempos. Quizás ahora les toque a Vietnam, a África, a los árabes. Quizás la gente quiere más de lo que dicen los últimos poetas. Quizás la gente acabe siendo el último poeta... ojalá. Dios lo sabe, a mí no me gustan los poetas. No me gusta sentarme con ellos en la misma habitación. Pero es difícil dar con lo que a uno le gusta. Las calles parecen huecas. El hombre que me llena el depósito en la gasolinera de la esquina parece la más nefanda y odiosa de las bestias. Y cuando veo fotos de mi presidente, o le oigo hablar, me parece una especie de gran payaso seboso, una criatura torpe y repugnante a la que se la ha otorgado decisión sobre mi vida, mis posibilidades, y las de todos los demás. Y yo no lo entiendo. Y lo que pasa con nuestro presidente pasa con nuestra poesía. Es casi como si la hubiéramos formado con nuestra falta de espíritu, y en consecuencia lo mereciéramos.

Charles Bukowski
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viernes, 14 de marzo de 2014

Volver a fluir

        



Y no es que no sufra por lo que pasa. No es que no me duela lo que me rodea. Es solo que he preferido optar por la vía fácil. Nunca dejé de ser una cobarde. O una valiente. Supongo que, como todo, depende de como lo quieras interpretar. Así que callaré. Callaré para no tener que reventarme la cabeza cada mañana en medio de gritos y lágrimas. Pero no puedo decir, no voy a decir, que ya me volví indiferente, porque no es así. El dolor me afecta, los gritos me dejan sorda, las luchas inconstantes me afectan. Pero no puedo hacer más. O quizás sí, pero no sepa. O no me atreva. Al final hay tantas excusas como oportunidades.

Sin embargo, no tengo colores ni texturas que puedan describir esa dicotomía en la que estoy ahogándome. Y aquí estoy, escribiendo basura, esperando a que pase el tiempo y yo ya no esté, o que por fin  me vuelva indiferente al tiempo y al espacio y a las palabras por encima del resto.
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viernes, 14 de febrero de 2014

Factotum

        

«Si yo fuera un hombre de verdad, pensé, la violaría, le prendería fuego a sus bragas, la obligaría a seguirme por toda la superficie del planeta, haría que se le saltasen las lágrimas con mis cartas de amor escritas en fino papel de seda de color rojo».


-Charles Bukowksi
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Cartas marcadas

        



Conocíamos el juego. Las reglas estuvieron marcadas desde la última luna llena. Dos perfectos jugadores con más trampas que años a sus espaldas. Cara a cara. Por eso sabía que iba a perder mucho más de lo apostado. Tú también lo sabías. Y me asusté ante la impasibilidad de tus ojos. Huí. Corrí. Muy lejos. Tanto como me permitieron mis fuerzas. Tanto como me permitieron mis ganas. Entonces me di cuenta de que nunca me había sentido tan viva. La sangre volvía a fluir por mis venas; era pura adrenalina. Quería perder, quería caer, ser tuya, aunque fuera una trampa sin posibilidad de escape. Sentir el sabor agridulce de la derrota, de quien sabe que lo ha perdido todo, hasta el nombre. Un estremecimiento profundo en las entrañas. Un dolor placentero en el alma. Pero ya era tarde, me dijiste. Te habías ido. En la distancia aún te veía. Tan lejano, frío, impasible. Siempre la misma partida. Siempre distintos jugadores. Débiles lazos aún me ataban a ti, pero no era suficiente. ¿Alguna vez algo lo es?


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miércoles, 12 de febrero de 2014

De tu espalda cuelga mi mirada

        

















Boca arriba bajo la lúgubre luz de un electrodoméstico que iluminaba, si acaso, unos centímetros a la redonda y lograba dibujar la sombra de quienes pasamos cerca de ti. Un cigarro de recuerdos fortuitos, una botella de licor y el insomnio de aquellas noches. Sé que tu trabajo nunca fue fácil.
Verte disfrutar la noche, respirar sueños de otros, abrir caminos y fumar me hicieron perder el control. Eras bella, alta, pelo negro, suficiente para cubrir tu cara cuando miras al suelo; tus besos sabor a norte, ojos de estrellas, tu omnipresente aroma a flores y manzanilla, el cielo en tus manos. Sonrí­es y me derrito. Tú, mi soledad­. Tú, mi muerte. Y tus brazos, tus piernas largas, tu risa que apagaba las luces, tus gemidos apenas audibles, apenas suficiente para escuchar tu pregunta y contestar con la boca cerrada en tu sexo.

Es bueno volver a verte, aquí­ en mi paraí­so, donde habré de besarte aunque me muera. Rezaremos juntos lo que hemos aprendido en el umbral de tus orgasmos, gritaré a tu oí­do lo que he levantado en mi camino, me llevarás dentro, soy de ti, vivo en ti, moriré de ti, contigo. Dame un trago de lo que lubrica tu líbido, un trago de mi amor. Enciéndeme un cigarro, déjame quemar lo que te hace llorar, lo que te hace pensar que nadie te quiere, no importa que tenga que inmolarme. Déjame disfrutar tus espasmos, quédate quieta, ahí­ viene uno más... Así­ muchas veces, así hasta que no tengas fuerzas, hasta que se acabe el mundo, hasta que no haya muerte ni más allá, hasta que te estorbe el cielo para respirar.


Jamás nada me dio tanto alivio como irme al cielo contigo prendido de tus labios, prendido de tus abrazos fuertes. Me haces feliz. Instantes de ti se hunden en las grietas de mi corazón saturado por tu presencia y terminan alojándose en las marañas de mis recuerdos tibios. He visto la gama de colores que ofreces a cambio de esconderte bajo mis párpados cuando llueve. Ese despertar, ese ir a dormir, ir a morir, no hay manera de terminar. Hoy sólo lamento mi tragedia de no soñar contigo algunas noches, y es que me pierdo buscando rastros tuyos en las sábanas manchadas con tus orgasmos. Y es que tú no lo sabes, pero de tu espalda cuelga mi mirada y un par de alas que te harán volver aunque ya estés lejos.



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