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lunes, 31 de diciembre de 2012

Ahogada en la atmósfera de Saturno, nunca estuve tan lejos de tu piel.

          3 se atrevieron a hablar   



Cierro los ojos y trato de recordar el rincón donde abandoné el mapa de mis sentidos. ¿Quizás prendido en algún parpadeo tuyo? Sálvame esta noche, rescátame de mí misma, de este absurdo viaje que me lleva a mundos que no me pertenecen, a ideas que no comparto, a historias que ya no quiero escribir. Sálvame esta noche, retira mis pasos de esa línea blanca de salida que me inunda de horarios y llamadas, de palabras parpadeantes en una rayada pantalla digital. Sálvame, sálvanos de las 37 pulgadas del mundo oficial. Tú conduces, yo te sigo; tú apagas la luz, yo sueño. ¿Todo acabará aquí? Tú serás sólo un sueño, un placebo que amortiguará mi dolor y bloqueará el martirio de esta última soledad, el sinsentido de vivir la pesadilla de otros. De fondo, un sol que se extingue sin saldo, un corazón sin batería, un futuro sin aire.

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Mañana es el primer espacio en blanco para escribir un libro de 365 páginas

          3 se atrevieron a hablar   

Ahora que nadie me escucha, ahora que ninguna persona pondrá voz a estas palabras semianónimas llenas de polvo acumulado, MDMA, purpurina, uvas, speed y mucho miedo (algo así como la mezcla para crear a una Frankenstina en su versión alternativa) quiero decir que:

Tengo miedo. Sí, miedo. Estoy acongojada, acojonada y todo lo que empiece por ACO y signifique miedo. ¿Miedo a qué? Sí, supongo que debería explicarme para darle sentido a estas palabras dignas de psicópata. Tengo miedo a todo lo nuevo que esta por venir, a esta etapa, que será difícil olvidar aunque aún no se si por bien o mal. Siempre he sentido pánico ante los finales y los nuevos comienzos. Ante lo desconocido. Y eso es algo que nunca desaparecerá por mucho que sople las velas o me atragante con las uvas.


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miércoles, 19 de diciembre de 2012

Tengo una gran imaginación, pero a veces necesito que las cosas ocurran de verdad.

        



Siempre nos dicen que todo lo que hemos vivido es lo que somos ahora. Que cada momento de nuestra vida es lo que nos ha formado y lo que ha hecho que seamos como ahora mismo somos; que tengamos cierta visión de las cosas, que actuemos de una manera determinada, que seamos susceptibles, incrédulos, confiados, temerarios, agresivos, desafiantes, sinceros, sosegados, salvajes... Lo que sea.

Puede que sea así, pero la verdad es que no quiero saber cómo podré ser dentro de 10 años, ni quiero saber lo que estaré haciendo, porque eso supondría saber lo que me toca vivir en los siguientes 3650 días.


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sábado, 15 de diciembre de 2012

¿Cómo ha podido ocurrir? ¿Quién es el culpable? Bueno, ciertamente, unos son más responsables que otros. Y tendrán que rendir cuentas. Pero, la verdad sea dicha, si estáis buscando un culpable, sólo tenéis que miraros al espejo.

          4 se atrevieron a hablar   

Nada es lo que parece 
y nada parece ser lo que en realidad es



Las personalidades se transmutan con las compañías, las palabras se desdicen en un abrir y cerrar de ojos, los actos se esfuman como la niebla y sus objetivos tornan a nobles según las miradas inquisitorias que los juzguen. Los pensamientos se esconden bajo corazas de autoconvencimientos inútiles. Máscaras de usar y tirar listas para la ocasión.

El desconocimiento es la base del miedo y la inseguridad que termina en envidias insanas y luchas de gigantes. A veces incluso, refriegas contra los demonios internos cuyos finales, trágicos casi siempre para con el portador del campo de batalla, traen consigo entonaciones de aluviones depresivos de meas culpas.

Fingir se vuelve cotidiano y se fusiona inexorablemente con la sociedad más actual.

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jueves, 13 de diciembre de 2012

Recuerdo que diferente pasó a significar peligroso

        


No hablaré sobre las pesadillas que se concentraron en la esquina de aquella cama que empaparemos de amor y ginebra, ni de los sueños que no tuvimos, ni de la sangre que no derramamos. No hablaré de nada y  y por eso hablaré de todo.

Ojos vacíos  nos observan, nos juzgan, nos desean. Aspiran a devorar nuestras venas, a hacer añicos nuestros ideales, a convertir nuestras utopías en imposibles y  la vida en el mejor de los negocios. Se acercan putrefactos de mediocridad, deformados y carcomidos por una sociedad manipuladora y una moral inventada, hambrientos de la poca libertad que queda en el mundo.

Todo se corrompe y acaba infectado por la muerte y la codicia. Huye, huye como solo tú sabes hacerlo, huye del infierno del fascismo, de la estupidez de la anarquía, de la corrupción del comunismo, de la mentira de la socialdemocracia y de la injusticia del capitalismo. No dejes que los que fueron hombres se alimenten de tu piel de terciopelo, de tus cabellos oceánicos, de la libertad impresa en tus huesos. Crea tus propias armas para mejorar el mundo y no dejes que te atrapen aquellas doctrinas oxidadas que demostraron en su día no poder funcionar.

Huye porque, si pueden, hincarán sus dientes podridos en  tus entrañas, con los ojos inyectados en la hiel que escapó de sus estómagos congelados en un acontecer cíclico que suena a eterna cadena alimenticia. Huye porque imprimirán en tu macilento corazón ideas sobre un Dios inexistente, sobre una pasiva conformidad con el mundo y sobre la inutilidad del arte y la cultura, y la importancia del dinero, la Navidad o San Valentín.

Y cuando tus pies se den por vencidos, cuando sus garras rotas y amarillas desgarren tu capacidad de pensar por ti mismo, de leer a los que alguna vez lo hicieron y de luchar por un mundo que en verdad te importa una mierda, entonces habrán muerto las frases de V de Vendetta, la paloma que se equivocaba en el poema de Alberti, los republicanos de las cunetas, la libertad de expresión y la revolución francesa.

Sobrevivirán, en cambio, los tanques y las metralletas, el dinero y las lavadoras, las esvásticas en los muros, los apartamentos en Benidorm y la violencia justificada por los que se hacen llamar revolucionarios. Toda una masa de zombies de formas y colores diferentes, pero de un interior similar y peligroso: una mente influenciable por las ideas corrompidas de genios y villanos que algún día tuvieron un sueño y olvidaron que este podría llegar a tornarse  pesadilla.

Zombie
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domingo, 9 de diciembre de 2012